GRACIAS

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martes, 8 de marzo de 2016

BABÁ NAPOLITANA AL RON

BABÁ NAPOLITANA AL RON
Ingredientes
220 g harina de fuerza
12 g levadura fresca
3 huevos XL a temperatura ambiente
70 g mantequilla muy blanda (a temperatura ambiente)
30 azúcar
4 g de sal
Harina y mantequilla para los moldes
Para el almíbar
1 y 1/2 l de agua mineral de botella
600 g de azúcar
Una copa de ron añejo
Procedimiento
Preparar la masa
Para comenzar vamos a colocar toda la harina en el recipiente del robot de cocina, añadimos la sal, y una pequeña parte de huevo batido. Colocamos el gancho de amasar, y ponemos la maquina en marcha, de momento a velocidad baja. Cuando el huevo se haya integrado un poco, añadimos otra pequeña parte, aumentamos un poco la velocidad y seguimos mezclando. Cuando se haya incorporado, añadimos otra parte más.
Reservamos un momento el resto de huevo batido que nos queda, y ahora incorporamos la levadura fresca desmenuzada, así tal cual, no hace falta disolverla en agua ni nada. Ahora la masa veremos que tiene un aspecto arenoso, desestructurado, y feo, vamos, que no hay por donde cogerla, no pasa nada, es totalmente normal. Ahora a velocidad media vamos a ir incorporando el resto de huevo que nos queda, igual que antes, poco a poco, y veremos como la masa va tomando una textura un poco mas homogénea. Entonces agregamos el azúcar, y dejamos que se incorpore a la masa.
Seguidamente comenzaremos a incorporar la mantequilla en porciones pequeñas, también poco a poco. Es importante que la mantequilla haya estado fuera del frigorífico como mínimo 2 o tres horas, para que tenga una textura muy blanda, y se integre rápidamente, así no tendremos que trabajar la masa en exceso, ya que para esta receta, el amasado no debe superar los 20 minutos.
Cuando veamos que la masa es bastante homogénea, lisa, y se empieza a separar ligeramente de las paredes del recipiente, dejamos de amasar, ya esta lista. En el video podéis ver el aspecto que debe tener. Tiene que quedarnos una masa muy elástica, y un poco pegajosa, cuando la estiramos con los dedos no debe romperse, eso quiere decir que está perfecta.
Como os he explicado en la introducción, esta receta no tiene una fermentación previa, y solo necesita un levado. Así que nos disponemos a rellenar los moldes.
En este caso hemos utilizado tres clases de molde, unos para mini babà, que son una especie de flaneras muy pequeñas, y es el molde tradicional del babà napolitano. También he utilizado unos un poco más grande para babà medianos, y unos moldes tipo savarín, que quedan muy bonitos.
Lo primero que tenemos que hacer, es engrasar los moldes con mantequilla y espolvorearlos con un pelín de harina, menos los de savarín, que si son de silicona no es necesario.
Rellenaremos solo un tercio del molde, ya que dos tercios subirán en el levado, y otra parte crecerá al hornear. Paar que esta operación sea sencilla, lo mejor es engrasarse los dedos con un poco de aceite de girasol, ir tomando pequeñas porciones, y colocándolas en los moldes, en el video podéis verlo perfectamente.
En el caso de los savarines, luego debemos darle la forma para que al levar nos queden bien.
Dejaremos reposar como mínimo 2 horas, en ocasiones incluso más, dependiendo de la temperatura del lugar, que para ir bien debe rondar los 24º C. Una opción es ponerlos dentro del horno apagado.
Para acelerar el proceso, si veis que tarda mucho, sobre todo cuando hace frio, una manera muy eficaz, es calentar el horno a la temperatura más baja, meter los moldes dentro para darles el último empujón.
Una vez hayan doblado su volumen, vamos a hornear.
El horno debe estar previamente calentado a 180º C. Cada tamaño tiene su tiempo de cocción, así que haremos lo siguiente. Para los mini babà: 180º C unos 8-10 minutos. Para los babà medianos y los savarín: 180º C unos 15 minutos. Una vez horneados, los retiramos del horno, y los desmoldamos, dejamos que se enfríen sobre una rejilla, y mientras tanto vamos a preparar el almíbar para bañarlos.
Preparar el almíbar
Necesitamos una olla o cacerola con bastante capacidad, vamos a poner un litro y medio de agua y 600 g de azúcar. Cuando rompa a hervir, retiramos del fuego, pasamos el jarabe a un recipiente grande, añadimos una copa de ron, la cantidad va al gusto de cada uno, y dejamos que se enfrié a 40-45º C.
Os va a parecer que es mucha cantidad de agua y azúcar, pero los babàs absorben mucho líquido, y veréis que para esta cantidad nos va a ir justo, además que es conveniente guardar un poco de almíbar para ir mojando un poco los babàs en el momento de comerlos, para que estén bien empapados.
El baño de Babà
Cuando el almíbar esté a la temperatura indicada, iremos sumergiendo los babás de tres en tres o más, dependiendo de la capacidad del recipiente, con la ayuda de una espumadera los empujamos hacia abajo para que se empapen bien, no se trata de mojarlos y sacarlos enseguida, deben estar cerca de un minuto. Los bábás, si están bien hechos, no se rompen, y son como una esponja, los puedes estrujar para escurrirlos, y vuelven a su posición. En el video podéis ver la prueba.
Los vamos depositando sobre una rejilla con un recipiente debajo para que vayan escurriendo.
Ya sabéis que los podéis acompañar con una crema de chantilly y frutos rojos, o así tal cual. A disfrutar, y cuidadito que son un vicio, de empezar y no parar.


LECHE FRITA CARAMELIZADA



LECHE FRITA CARAMELIZADA
Ingredientes para 9 porciones de leche frita
600 ml leche entera
60 g maicena (fécula de maíz)
120 g azúcar
La peladura de 1/2 limón y 1/2 naranja
Una vaina de vainilla o una rama de canela
2 huevos batidos, y harina o maicena para rebozar
Aceite de girasol abundante para freír
Azúcar para espolvorear
Canela molida (opcional)
PREPARACIÓN
Colocamos la maicena en un bol, le añadimos un cacito de la leche que tenemos preparada. Con unas varillas removemos muy bien hasta que no queden grumos. Reservamos.
En una cacerola al fuego, ponemos el resto de la leche con las peladuras de los cítricos, el azúcar, y la vaina de vainilla cortada por la mitad a lo largo, podéis ponerle una rama de canela en vez de vainilla, o las dos cosas. Calentamos la leche hasta que empiecen a salir las primeras burbujas, justo antes de que rompa a hervir. Entonces retiramos del fuego, y colamos la preparación sobre el bol de la maicena disuelta en leche que tenemos reservada. Rápidamente con las varillas removemos sin parar hasta que se integren todo muy bien.
Pasamos todo el contenido de nuevo en la cacerola. Ponemos el fuego al mínimo, y sin parar de remover en ningún momento, vamos a cocerla la mezcla hasta que espese. En el video podéis ver muy bien el punto que nos debe quedar. Es importante no poner fuego fuerte, ya que espesaría rápidamente, y luego la leche frita nos sabría mucho a harina o maicena, al no cocerse bien.
Retiramos del fuego y rellenamos unos moldes, en este caso son rectangulares, pero pueden ser cuadrados, redondos, o podéis verter la preparación en una fuente plana, con un poco de fondo.
Debemos tapar el recipiente o los moldes con papel film, para que no se forme una especie de costra en la superficie. Reservamos en el frigorífico un mínimo de 2 horas, sin son 4 pues mejor, y si la preparáis la noche anterior, pues mucho mejor.
Trascurrido este tiempo, nuestra leche, ella habrá cuajado. Si habéis utilizado unos molde, pues desmoldamos con cuidado las porciones, si la habéis dejado cuajar en una fuente, debéis cortar las porciones al gusto con un cuchillo o un corta pastas.
Tenemos preparado sobre la mesa de trabajo un plato con harina o maicena y otro plato con dos huevos batidos para rebozar. También un plato plano con azúcar sola o mezclada con una cucharilla de canela molida.
Ponemos a calentar una sartén o cacerola amplia con abundante aceite de girasol. Ahora pasamos todas las porciones de leche por harina. Y después por huevo, seguidamente las vamos friendo en el aceite muy caliente, medio minuto aproximadamente por cada lado, les vamos dando la vuelta a medida que van tomando color, no hay que pasarse con la cocción.
Las retiramos con la ayuda de dos tenedores, y vamos depositándolas sobre una fuente con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Con las porciones de leche todavía calientes las pasamos por azúcar o azúcar con canela.
En este caso, como podéis ver en el video, después de pasar las porciones de leche por el huevo batido, las dejo escurriendo unos minutos en una rejilla, para que no se forme la clásica puntilla, pero eso va a gustos.
Para finalizar, solo las he pasado por azúcar, sin canela, ya que luego con la ayuda de un soplete de cocina, las he caramelizado ligeramente, para darle un toque crujiente.
La leche frita se puede consumir, caliente, templada o fría. A mi particularmente no me gusta que esté demasiado fría, tiene más sabor si está templada.