Tarta de queso y leche condensada
Esta tarta me recuerda a los coulants, las magdalenas de chocolate cuyo interior es líquido. La base y la superficie de esta tarta está hecha, mientras que el interior es pura crema de queso fresco y leche condensada que se desparrama al cortarla. Una combinación exquisita, ya veréis. Aunque la veáis con apariencia de cruda no es así, es que la gracia de la tarta es esa, la cremosidad. A mí la leche condensada me encanta. Recuerdo de niña que a escondidas, me iba al frigorífico, cogía el bote, una cuchara y… ¡A zampar! Y es que es imposible resistirse a sus encantos. ¿Quién no ha hecho esto alguna vez?
La idea de la leche condensada surgió haya por el 1852. La leche de vaca no se conservaba más de unas horas, muchas personas enfermaban, incluso morían a consecuencia de las infecciones contraídas por una bacteria presente en la leche en mal estado. Gail Borden Jr. (inventor y publicista nacido en Norwich, Nueva York) quedo impresionado por esto y, después de más de un año estudiando la manera de conservar la leche dio con la solución, unas capsulas de evaporación que había visto utilizar a los Shakers (organización religiosa) para condensar los zumos. Gracias a esto fue capaz de reducir la leche sin quemarla ni cuajarla. Así logró un derivado duradero de la leche que no necesitaba refrigeración.
El gobierno federal de los Estados Unidos le pidió cantidades enormes como ración de campo durante la guerra y los soldados que volvían a casa actuaban como publicidad de boca a boca. Hasta 1866 no se conoció en Europa. En resúmen, la leche condensada es leche a la que se le ha extraído el agua, dando como resultado un producto espeso y añadido una gran cantidad de azúcar. Una vez envasada su durabilidad es de varios años sin refrigeración mientras no se abra el envase.
Hoy en día la producción mundial de leche condensada asciende a cerca de 5 mil toneladas. El principal productor es Estados Unidos, seguido de Alemania y Países Bajos. El mayor consumidor es Brasil, ya que lo emplean mucho en postres y bebidas típicas. La marca más conocida en Brasil se llama Leite Moca (leche Moza). En Asia, por ejemplo, acostumbran a comerla sobre una tostada, como si fuese mermelada. La India también es un país donde se usa mucho en postres y dulces. Aunque suelen usar mucho la leche con azúcar, la leche condensada está ganando popularidad. Durante la época del consumismo en Polonia era normal poner a hervir durante dos horas una lata de leche condensada. Esta operación puede ser peligrosa, porque la lata puede explotar durante el proceso. El producto resultante lo llaman kaymak, y lo usaban en pasteles o lo ponían entre obleas. Estamos hablando del dulce de leche, también muy importante en postres y repostería.
En Europa se emplea mucho como endulzante de los cafés (café bombón). En Vietnam llaman al café así café Sua Da. En Colombia y México es una golosina popular entre los niños. Se usa en la preparación del postre de las tres leches y como aderezo de los raspaos. En Venezuela se usa en la elaboración del quesillo, para aderezar la chicha y los granizados (llamados raspados, cepillados o esnovol). En Chile se emplea mucho en el famoso pie de limón. En Perú y otros paises iberoamericanos lo usan para el arroz con leche. Actualmente podemos encontrar latas de leche condensada light, en las que se emplea leche desnatada y el azúcar es sustituido por edulcorantes. De esta forma se obtiene un producto apto para regímenes y dietas especiales.
El queso fresco es otro componente importante de esta tarta. Este queso retiene gran parte del suero y no tiene proceso de maduración o refinado. Es muy tierno, sabroso, y muy bajo en calorias, lo que lo hace perfecto para dietas. Esta hecho con leche de oveja. Dado su suave sabor y su alto contenido en calcio es ideal para los niños. Es muy rico en magnesio, fósforo y vitaminas A,B y D. Uno de los quesos frescos más famosos tiene su origen en Burgos.
Solemos pensar que este tipo, el de Burgos, es el único, pero en Europa hay otros tipos:
El feta, de origen griego y cuya composición es oveja, vaca y cabra. Tiene un sabor más fuerte, salado y es más regio. Se suele emplear, cortado en cubitos, en ensaladas.
El quark es de origen alemán, es ácido y también se suele emplear en la cocina. En Alemania lo comen untado en un trozo de pan.
La mozzarella es de Italia, y es el queso que se emplea en las pizzas. También se come en ensaladas con tomate y orégano.
El ricotta está elaborado con leche de vaca y oveja. Se usa mucho en la repostería.
Requesón: se hace con leche de cabra o vaca. Se usa en postres. Acompañado con miel está delicioso.
Cottage: muy popular en América está hecho con leches desnatadas, lo que lo convierte en ideal para regímenes. Es parecido al queso de vaca fresco.
Mascarpone: de origen italiano es un queso dulzón, por ello se emplea en repostería.
El queso fresco tiene una corta fecha de caducidad. Su alto contenido en agua hace que sea una presa fácil de hongos y bacterías, por ello hay que mantenerlo en la parte más fría del frigorífico, a una temperatura de unos 4 grados. Es un queso muy versátil. Se puede comer solo, en ensaladas, repostería (como esta tarta), acompañado de frutos secos, miel, con dulce de membrillo… Yo siempre tengo queso fresco en casa ya que me ha sacado de mucho apuros.
Después de esto espero que la tarta os resulte más interesante. En la preparación os doy dos opciones, la manera tradicional y preparación con Thermomix, que me ayuda bastante en la cocina, no podría pasar sin ella (nunca sé si dirigirme a la maquinita en femenino o masculino). Espero que disfrutéis de la tarta tanto como yo y mi familia.
Tarta de queso y leche condensada, ingredientes:
1 paquete de galletas (200 gr.)
60 gr. de mantequilla derretida
400 gr. de leche condensada
250 gr. de queso fresco
3 yemas de huevo (separadas de las claras)
1 cucharada sopera de esencia de vainilla
Tarta de queso y leche condensada, preparación:
Trituramos las galletas, o con un robot de cocina o poniéndolas entre dos paños y pasando el rodillo por encima. Una vez molidas, las mezclamos con la mantequilla y las extendemos sobre la base de un molde desmoldable. Guardamos el molde con las galletas trituradas en el frigorífico. Precalentamos el horno a 180º.
Con la batidora batimos la leche condensada, las 3 yemas de huevo, el queso y la vainilla hasta que quede todo completamente integrado.
Montamos las claras a punto de nieve y las mezclamos con el batido anterior hasta que las claras se fundan con la crema.
Sacamos el molde del frigorífico, volcamos encima el batido de queso y horneamos durante 30 minutos. Tiene que quedar ligeramente dorado. Una vez pasado el tiempo, apagamos el horno y dejamos la tarta dentro durante 10 minutos. Cuando la saquemos veremos que bambolea un poco. Es normal. La dejamos enfriar por completo antes de consumir.
THERMOMIX: Trituramos las galletas con dos o tres golpes de Turbo. Añadimos la mantequilla fundida y programamos 5 seg, V5. Volcamos en un molde desmoldable, extendemos y guardamos en el frogorífico.
Ponemos la mariposa en el vaso, echamos las claras de huevo y montamos 4 minutos, 37º,V3´5.Una vez terminado apartamos las claras en un bol.
Quitamos la mariposa y, sin lavar el vaso, echamos el resto de ingredientes y batimos 10seg, V8. Si vemos que el queso no se ha batido bien, repetimos la operación. Añadimos las claras y mezclamos sin tiempo a V3 hasta que veamos que las claras se han mezclado bien.
Sacamos el molde del frigorífico, echamos la mezcla encima y procedemos con la receta como sigue en la preparación normal.