Ingredientes:
– 2 planchas de masa de hojaldre
– 1 paquete de queso Philadelphia de 200gr (o la marca blanca equivalente)
– 4 cucharadas de azúcar
– 1 paquete de queso Philadelphia de 200gr (o la marca blanca equivalente)
– 4 cucharadas de azúcar
1- Sacar el queso Philadelphia del frigorífico
Sacar el queso Philadelphia de la nevera unos minutos antes de empezar la receta y depositarlo en un bol grande. Hay que dejarlo un rato para que se ablande y sea mucho más fácil a la hora de batirlo y mezclarlo.
2- Batir
Precalentar el horno a 190º, mientras tanto, mezclar el azúcar con el queso, que ya debería estar más blandito. Para mezclarlo es mejor usar una batidora, ya que así cuesta menos trabajo.
3- Cortar
La mayoría de las masas de hojaldres suelen venir ya en láminas, por lo que se ahorra tiempo al no tener que estirarla. Corta la masa en cuadrados de unos 10×10 cm.
4- Extender
Unta un poco de la mezcla en cada trozo. Extiéndelo en diagonal como en la fotografía
5- Cerrar
Dóblalo tal y cómo ves en la imagen. Las dos esquinas que se unen no deben llevar queso. Para que se peguen mejor humedece ligeramente las esquinas con agua, de esta forma no se separarán en el horno.
6- Ordenar
Poner papel encerado para hornear encima de una bandeja y colocar las piezas con cuidado de que no se toquen, así sea evita que se peguen entre ellas. En muchas planchas de hojaldre ya nos regalan este papel, por lo que no la tiréis. Ahora hay que dejarlas dentro del horno a 190º durante unos 20 minutos hasta que se doren. Nosotros los ponemos en la bandeja de en medio, para que se horneen bien por ambos lados, aunque tarden unos minutos más en hacerse.
7- Disfrutar
Una vez fuera del horno espolvorear azúcar glas al gusto, aunque la mezcla ya es dulce, esto es meramente decorativo. Si se comen estando aún calientes su sabor es delicioso, aunque fríos tampoco están nada mal.
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